Los gobiernos de Cuba y Venezuela reaccionaron a la nueva medida de la istración estadounidense de Donald Trump, que prohibió parcialmente la entrada a EE.UU. a ciudadanos de estos dos países caribeños.
Desde La Habana, el canciller Bruno Rodríguez señaló que la acción "tiene trasfondo racista" con "apoyo de políticos anticubanos"; e indicó que esa medida "perjudica el o entre las familias cubanas" y "daña los intercambios personales, profesionales, académicos y culturales entre ambos países".
Por su parte, Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores, calificó la decisión como una nueva arremetida del Gobierno de EE.UU. contra los cubanos, que "tiene como blanco, tanto los que viven en Cuba, como los que residen allá". Al igual que Rodríguez, mencionó que "los políticos anticubanos son cómplices de la movida".
"Sin justificación"
Venezuela, entretanto, denunció que se trata de una "nueva operación de odio y estigmatización" de Washington contra su pueblo; por tanto, rechaza la medida, que consideran un "ataque" porque restringe la emisión y validez de visas para ciudadanos venezolanos, "sin justificación alguna y con evidentes fines políticos y de amedrentamiento".
En un comunicado, compartido por el canciller Yván Gil, Caracas apunta al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, como impulsor de esta "operación". "Un funcionario marcado por su conocido odio hacia el pueblo venezolano, que ha hecho de la agresión sistemática su política exterior, contando con el respaldo de la ultraderecha venezolana".
Ante lo sucedido, Venezuela reafirmó la "alerta máxima" de viajes a EE.UU., emitida a finales de mayo, advirtiendo que "ese país no garantiza hoy las condiciones mínimas de respeto, trato digno ni legalidad" para los venezolanos.
La medida de Trump, conocida el miércoles, restringió parcialmente la entrada de personas de siete países: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
Asimismo, se prohibió la entrada a los ciudadanos de otras 12 naciones: Afganistán, Myanmar, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.